Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír." Epícteto

miércoles, 26 de mayo de 2010

Dedicado : A SONY BRAVO CON Afecto y cariño, DE HUESO DESDE LA HABANA CUBA Carlos Embale, la voz de piedra

Carlos Embale fue la voz de piedra, nasal y sonera del son habanero, del Septeto Nacional y de muchas otras agrupaciones. Nació en la capital cubana el 3 de agosto de 1923 y falleció en la misma ciudad el 3 de diciembre de 1998.

El especialista Cristóbal Díaz Ayala escribe que Embale casi de niño cantó con las orquestas de Arcaño, Neno González y otras. En 1945 entra en el conjunto Baconao de Matamoros, hasta que este fue disuelto en 1953. Hasta ese momento cantaba sones, guarachas y boleros, pero cuando entró en el Septeto Nacional, Ignacio Piñero lo puso a cantar guaguancó, convirtiéndose en un de los mejores en ese género. Aunque había hecho grabaciones con el conjunto Matamoros, es después del ’60 que graba varios Lp’s con el Nacional y posteriormente con otros grupos, demostrando sus magníficas condiciones.

El cantor se inicia en La Corte Suprema del Arte, en 1936, ganó dos premios, pero nunca consiguió que lo contrataran como profesional. . “Por eso muchas veces tenía que irme a los cabaretuchos de la Playa de Marianao –contó a la periodista Erena Hernández-, allí me ofrecían unas pesetas y comerme alguna que otra frita en lo que le llamaban la zona de música de fritas. Me daban alguna propina y así vivía. A veces me unía a cualquier conjuntico y en las crisis iba a trabajar de barrendero a los muelles”.

Es en 1940 cuando Embale empieza a hacer suplencias en las orquestas, después pasa al conjunto Dandy del 40 y en 1946 engancha con el conjunto de Miguel Matamoros hasta 1953 en que se une a Ignacio Piñeiro con su Septeto Nacional donde hizo historia.

En 1964 Carlitos pasa al Conjunto Folklórico, para interpretar guaguancó. Después le proponen que organice un conjunto de guaguancó, pero era mucha carga de trabajo y Embale simplemente era un cantor y ya era bastante. Entonces en 1975 se decide otra vez por el Septeto nacional.

Para 1979 sale con Pello el Afrokán hacia los Estados Unidos a un evento folklórico en California y en Nueva York. En 1986 Embale cuenta a Erena que no llevaban al Septeto Nacional al exterior, porque contaban con muchos viejos y decían que podían morir si subían a los aviones. Si ellos hubieran podido ver al fenómeno de la orquesta Afro Cuba All Stars y el triunfo de Buena Vista Social Club se quedarían asombrados.

Embale grabó muchos discos, aquí les nombro algunos de ellos:

Septeto Nacional
Grupo Afro cubano - Lulu Yonkori
Orquesta América
Conjunto Carlos Barbería
Orquesta René Márquez
Conjunto Matamoros
Guaracheros de Oriente
Odilio Urfé
Mongo Santamaría

Lp Areíto 3428 “Conjunto Guaguancó” Carlos Embale, director y solista. *A dúo con Inés María. ca.1975Y Lp Areíto 3810 “Carlos Embale” Reeditado en Integra 13097 en Ve. con licencia EGREM, 1980. Instrumentació n: quinto, tumbadora, tres-dos, caja china, chequeré y tres solamente en Gongorongón, y el coro Los Roncos Chiquitos.

Lp Areíto 3927 “Carlos Embale con Conjunto Cubasón” Números orquestados y dirigidos por Rubén González (RG) y otros por Jorge Varona (JV) ca.1983.

Amor de loca juventud / b RO RG

El plato roto / gu RO RG

Lo añoro / b CC RG

Las nenas no lloran / b-s Lz. Herr. RG

Quinto llamado / gu-s Flor. Hdez. JV

Dame un trago tabernero / b RO RG

No me pidas madre / b RO RG

Sabroso, que bien me siento / gg YG JV

Dulce habanera / gu RO RG

(Datos disquertos de C:D: Ayala)

Carlos Embale, sonero de altura



Esteban Carlos Embale Molina había nacido, en el rumbero barrio de Jesús María. Tuvo que ganarse la vida como barrendero y luego estibador en los muelles. En 1936, un amigo, lo llevó a La Corte Suprema del Arte donde obtuvo el primer lugar y así empezó su trascendente carrera artística. Después, el cantante Mario Rosales, y el percusionista Mongo Santamaría lo llevaron al muy famoso Septeto Boloña, con el que estuvo hasta que empezó a cantar con Arcaño y sus Maravillas.

Pasó por las orquestas de Neno González, de Carlos Castillo y en 1940, integró la de Guillermo Díaz, en la Playa de Marianao, donde también cantó con el Chori. Pero como de la música no se vivía, nunca dejó el trabajo en la estiba de barcos.

"Cuando no había trabajo en los muelles —contó Embale—, nos reuníamos en la Barra de José (San Isidro y Habana) a descargar. Estando con los Dandy 40 salió un disco mío. Y Matamoros me dijo: ‘Vengo a buscarte’ y me citó en la emisora CMBF (Prado y Colón), donde me recibieron como si yo fuera un gran personaje. Me pidió que le cantara Lágrimas negras y en eso entró Bartolo, como le decíamos a Benny Moré en aquella época. Me abrazó y me dijo: ‘Te quedas por mí en el conjunto de Mozo Borgellá, pues me voy para México con Miguel’. Y en eso estuve desde 1946 hasta 1953".

Después empezó en la Academia Habana Sport con Rafael Ortiz, con el que pasó a mediados de los cincuenta al Septeto Nacional estando Piñeiro de director. Ellos le presentaron aI musicólogo Odilio Urfé, tres personas que junto a Matamoros "fueron para mí padres", reconoció Embale.

Al Septeto Nacional le prestó su voz característica y su sabiduría sonera por largos años. Como testimonio quedan los discos, documentales y videos donde desgrana poderosas melodías como venidas de lo más hondo de su tierra.

Diciembre 18 de 2004 Entrevista con Rafael Ithier, director del legendario Gran Combo de Puerto Rico Por. NÍSTAR ROMERO ACOSTA Redactora de EL TIEMP

Aunque han caído muchas `hojas blancas sobre su cabellera', el pianista, director y arreglista se muestra muy seguro del liderazgo de su banda.

Y es que fidelidad a sus raíces tradicionales, al `sonido' Gran Combo y a la disciplina, pero sin olvidar lo contemporáneo, ha sido la poderosa `arma' para mantenerse, según lo asegura el maestro Ithier, quien explica que su orquesta ha evolucionado, pero con el mismo formato.

`El rector' de la Universidad de la Salsa, como mundialmente es reconocida la orquesta visitó esta semana a Barranquilla, una ciudad en la que se siente en casa, por su gente y el ambiente. Precisamente por esa adoración y aporte musical que le ha brindado a la ciudad, la Alcaldía de Barranquilla le confirió la condecoración `Medalla ciudad de Barranquilla' .

Igualmente estuvo para anunciar la presencia de El Gran Combo en el próximo Carnaval, con presentaciones en el célebre baile del sábado de Carnaval del Hotel El Prado y en Puerto Colombia. Así mismo, la organización Premios Luna le rindió un homenaje por los 42 años de vida musical de la orquesta.

¿Cuál es la fórmula para mantenerse tantos años en el gusto popular?

Somos una orquesta disciplinada, responsable, que se hace respetar y que nos hacemos accesibles al pueblo y hacemos el máximo para complacer a la gente.

¿Alguna vez han querido variar el sonido?

No hemos querido perder nunca el timbre, la personalidad musical de El Gran Combo, así hemos ido a muchas partes y la gente nos quiere.

¿Cuáles son sus recuerdos de Barranquilla?

Son muchos y muy bellos. Yo diría que la nostalgia es ilimitada. Porque siempre hemos venido a esta ciudad a disfrutarla.

¿Cuándo fue su primera presentación aquí?

Vinimos por primera vez en 1971 a un Carnaval. Volvimos en el 73. La cosa había mejorado un poquito y a partir de ese momento se me olvidó cuánto tiempo he venido. Muchas.

¿Le gusta Barranquilla?

Si, la camino, ya yo me siento de aquí. Nosotros al terminar el carnaval somos los que tomamos un taxi y no vamos por ahí y hasta nos quedamos en una esquina tomando ron y comiendo arepa con huevo.

¿Tiene algunos temas preferidos?

A mí de lo que hemos grabado me gusta todo, porque lo hemos hecho todo.

¿Qué piensa del vallenato?

Yo vivo enamorado del vallenato. El más que me ha impactado, por lo menos que lo he disfrutado cuando lo escucho es Matilde Lina, es más, estoy por montarlo otra vez..

¿Recuerda quien le dio el título de `Sonero mayor' a Ismael Rivera?

Eso es una controversia tremenda que armó en Internet un colombiano que tiene un programa en Nueva York, Nando Alvericci. Él tiene una grabación de Ismael Rivera que hizo en 1976, donde él (Ismael) dice, yo oí la grabación, que eso se lo puso Maceda, un cubano que tenía un club.

¿Pero usted tiene otra versión?

Yo recuerdo que en el 57, 58 o 59, Benny Moré fue a Puerto Rico. Estábamos ensayando en un hotel con Ismael. Lo llevó un señor Tony Quiroz, cubano también, que tenía un programa de televisión. Eran como las 11:30 de la noche Benny Moré entró, subió a la tarima, se quitó el sombrero y le dijo a Ismael `a sus pies sonero mayor'. Testigos de eso, que estemos vivos, Eddie Pérez y Samy Ayala, que tocaron conmigo.

¿Qué piensa de Ismael Rivera?

La verdad que como guacharachero, para mi el más grande que ha existido.

¿Es importante el baile para ustedes?

En esencia somos una orquesta de baile, el propósito es ese: hacer bailar a la gente. Si nosotros no hacemos mover a la gente, entonces no estamos logrando el propósito, porque el Gran Combo nació para hacer bailar a la gente.

Sammy Davis Jr. músico, actor, bailarín página compilada por Allison E. Irby 8 de diciembre de 2004

Fecha de nacimiento: 8 de diciembre 1925
Fecha de defunción: 16 de mayo de 1990
Lugar de origen: Harlem, Nueva York. De ascendencia puertorriqueñ a
Datos

* Grabó más de 40 álbumes
* Parte del “Rat Pack”
* Perdió su ojo en un accidente
* Se convirtió a judío

Narrativa

Sammy Davis Jr. es conocido por todos sus talentos, contribuciones a los derechos civiles, y la controversia sobre sus adiciones a las mujeres y a las drogas. Su papá fue famoso y le entrenó a su hijo cómo ser un artista de todas formas. En el año 1946 Davis Jr., después de muchos años trabajando el circuito con su papá decidió empezar su carrera de solista. En este año recordó la canción ‘The Way You Look Tonight” que fue un éxito. Cuando participó en un show junto a Frank Sinatra empezó una amistad que duró una vida entera.
En el año 1954 perdió un ojo por un accidente de carro en Los Ángeles pero no paró su carrera, pero si cambió su vida para siempre. Mientras estaba en el hospital recuperándose se convirtió al judaísmo. Davis fue un hombre muy controversial en una época muy restringida. Tuvo romances con mujeres de otras razas. Las más famosas fueron Kim Novak y May Britt.
El estaba involucrado en muchas cosas en el teatro de Broadway “Porgy and Bess” ‘Oceans Eleven” con el resto del “Rat Pack” y fue muy popular. Sobre todo lo que más me llama la atención de Davis es que participó en los movimientos de derechos civiles al lado de Martin Luther King Jr. y otros como un símbolo para negros y judíos durante esa época.
Por otro lado reveló que sufría una adicción a la cocaína y alcoholismo. En 1989 Davis anunció que tenía cáncer de la garganta y murió en el año 1990 de cáncer.

Me parece que había muchos lados de la personalidad de Sammy Davis Jr. Sammy aunque tenía muchos problemas fue un puertorriqueñ o/afro-americano que enseñó a muchos jóvenes que la gente minoría sí puede lograr sus metas y él sobresaltó las barreras y fue un éxito.
Cuando estaba leyendo información sobre él encontré información sobre él por Amazon.com bajo el título “Biografías de Hombres Latinos y Famosos”. Aunque creo que no reveló su herencia latina nunca la negó. Fue un ídolo para muchos negros. (Imagínense las posibilidades si él hubiera dicho que era negro, latino y judío en una época de segregación y discriminació n. Puede ser que no hubiera sufrido tanta controversia por tener relaciones interraciales o puede ser que hubiera sufrido más por ser tan diferente en un mundo donde la gente solamente veía blanco y negro.)
En mí opinión no es que lo negara sino que la gente quería ver algún lado de él y también en este tiempo creo que la gente no entendía lo que hoy para nosotros es ser latino. Por ser tan racista y tan blanco y negro, creo que mucha gente no pensaba que ser los dos sirviera para mejorar su carrera.
En su libro habla de su madre y su ser puertorriqueñ o pero creo que la importancia para él de la gente no tenía nada que ver con el color de la piel sino su personalidad. Su padre y su tío le protegían para que no sufriera del racismo que existía en el resto del mundo. Sammy fue crecido en una manera muy cariñosa y tenía un hombre fuerte, respetable, honorable y afro-americano que le guiaba en la vida eso puede ser otra razón por la cual él no habló de su otra mitad.
Sammy Davis Jr. es verdaderamente un ícono y un hombre muy complejo. Sobre todo, él de verdad es un “latino incógnito”. Su mamá Elvira ‘Baby” Sánchez era una bailarina puertorriqueñ a y su papá era un afro-americano quien fue el famoso Sammy Davis Sr. Cuando Sammy Davis Jr. era muy joven sus padres se divorciaron y se fue a vivir con su papá. Fue criado por su papá y su t?ío eso puede ser que porque no hablaron de su herencia latina, que realmente no vivió mucho tiempo con ella para conocer mucho de su cultura boricua.

Tres Generaciones tras ‘Trompeta Tropical’

Sin duda alguna, la trompeta es probablemente uno de los instrumentos más importantes en el desarrollo de la cultura musical de Puerto Rico. Su presencia en el pentagrama de la música popular puertorriqueñ a ayudó a influenciar y a definir sonidos innovadores en diversos géneros musicales.
El afamado trompetista norteamericano Randy Brecker comentó en una ocasión que ‘algunos de los mejores trompetistas que había escuchado, eran de Puerto Rico’ , lo que demuestra la trascendencia y el legado de nuestros trompetistas. César Concepción, Miguelito Miranda, Berto Torres, Kito Vélez, Mario Ortiz, Juancito Torres y Eddie Feijó son sólo algunos que con su sonido, técnica, sensibilidad y virtuosismo aportaron inmensamente a definir el sonido de la trompeta puertorriqueñ a.
En un evento histórico y sin precedente, Elías Lopés, Luis “Perico” Ortiz y Humberto Ramírez, tres generaciones de Trompetistas Puertorriqueñ os, reconocidos mundialmente por su gran trayectoria se unirán por vez primera para presentar un concierto único en su clase, donde la trompeta puertorriqueñ a brillará como nunca antes.
El próximo Viernes, 25 de junio de 2010 a las 8:30pm, estos tres grandes músicos se presentarán el Teatro Tapia del Viejo San Juan en un concierto titulado: Trompeta Tropical.
El repertorio musical estará basado en temas de compositores puertorriqueñ os como Pedro Flores, Bobby Capó, Rafael Hernández, Tito Henríquez, entre otros. Un cuarteto de excelentes músicos acompañará a Elías, Luis Perico y Humberto. Por supuesto, aparte de los Solos, habrá Duetos y Tríos de Trompeta con temas arreglados dentro de varios géneros tropicales con una fusión de jazz.
Los boletos para Trompeta Tropical con Elías Lopés, Luis Perico Ortiz y Humberto Ramírez ya están a la venta en TicketCenter 787.792.5000; www.tcpr.com. Precios populares: $20, $25 y $30 + IVU y cargos por servicio.

14/may/10

El tres se cuela en el flamenco

¿Qué puede ocurrir cuando se incorpora a la música flamenca un instrumento de cuerdas jamás utilizado en el género para sustituir la tradicional caja percusora?

A tal pregunta responde el guitarrista, musicólogo y arqueólogo español Raúl Rodríguez, quien descubrió en su primera visita a Cuba las posibilidades sonoras de un cordófono típicamente cubano, el tres.

Sus tanteos, ensayos y experiencias con esta innovación al universo sonoro de una expresión folclórica secular fueron dadas a conocer en la XIV Feria Internacional, CUBADISCO 2010, durante un taller que despertó gran interés, bajo el título de El tres en la música flamenca.

DEL GUATEQUE CAMPESINO AL TABLAO FLAMENCO

¿Está prevista una actuación suya en algún concierto de CUBADISCO?

"Voy a actuar estar en el concierto de Martirio, mi madre, con José María Vitier, en la sala Covarrubias del Teatro Nacional, el día 22. Allí interpretaremos parte de un CD que grabamos en enero y que aún ha salido al mercado; un disco muy lindo, fruto de una colaboración entre Andalucía y Cuba, a propósito de la poesía latinoamericana, de la cual José María es tan buen conocedor, como hijo de esos dos grandísimos poetas que son Fina García Marruz y Cintio Vitier.

"Mi madre y yo somos grandes amantes de toda esa poesía, y nuestro propósito es la unión de los géneros de la música cubana con la mixtura flamenca que nosotros ponemos en el medio."

¿Podría darme los títulos de esos poemas que han utilizado en este trabajo discográfico?

"Incluimos poemas muy bonitos, específicamente uno de Fina. Es precioso, tan pequeño y tan grande al mismo tiempo, Solo el amor, que dice: 'Cuando te llamo, no vienes./ Cuando me llamas, no voy./ Para que a nuestro encuentro/ vaya solo el amor'. Hay poemas de Rubén Darío, como La canción de otoño; de García Lorca; Tengo miedo a perder la maravilla, de Vicente Núñez, un poeta cordobés; de Gabriela Mistral…

¿Alguna otra presentación en este evento?

"Realicé un taller sobre el uso del tres cubano en el flamenco. Una experiencia de la cual soy pionero y que comencé hace diez o doce años. Un proyecto que me da mucha felicidad, porque lo empecé aquí de una forma muy peregrina, muy solitaria.

"En España tuve la posibilidad de tener maestros cubanos que me enseñaran un método, porque no lo tenía, NI videos ni material de internet, solo los discos y sin que nadie hubiera tenido antes la idea de introducir el tres en el flamenco, por lo cual no tenía referencias.

"Así, a ciegas, abriendo un hueco, fui metiéndome con el instrumento en los pueblos, en la Sierra, en Morón, en Lebrija, en Utrera… Entrando en las fiestas flamencas, que son muy parecidas a los guateques campesinos, un territorio muy ritual, muy difícil para los frívolos, muy profundo, de mucha gravedad.

"Tenía el convencimiento de que el instrumento no solo tenía algo que decir en el futuro, sino despertar algo en el pasado, por la relación histórica entre la cultura campesina andaluza y la cubana que —como antropólogo que soy— tuve que estudiar."

¿En qué palos o ritmos del flamenco has utilizado el tres?

"En todos. No he dejado ningún palo fuera: bulería, soleá, seguidilla, tango, alegrías, zambra, taranto, sevillanas.

"Me puse a estudiar en una escuela concreta de toque de guitarra flamenca, en la de Morón, en Jerez de la Frontera, de Diego de Gastón, y monté con sus descendientes, unos sobrinos nietos, un grupo que se llama Son de la Frontera, con el cual hicimos dos discos y participamos en muchos festivales, entre ellos el CUBADISCO, en 2004.

"Ya acabó el trabajo con ese grupo, pero con ellos hicimos un trabajo muy interesante que era solamente guitarra flamenca y tres cubano y después había tres palmeros: dos bailaores y un cantaor. No usábamos cajón, bajo, ni ningún otro tipo de instrumento.

"Puede decirse que era una prueba de fuego para ver si el instrumento podía enlazar dentro de la lógica flamenca. Yo mezclaba un poco la lógica de los tumbaos, pero en vez de con la dinámica rítmica de aquí, la hacía con la sonoridad propia de allá.

"Me causa tremendo respeto, vengo con muchísima humildad, porque aquí es donde dominan el instrumento.

¿Y qué dice Pancho Amat, nuestro tresero mayor, de esta aventura inédita para el tres?

"Pancho ha sido muy amable conmigo. Es un artista tremendo, pero al mismo tiempo, o más bien debido a eso, es una gran persona. No he podido estudiar con él, pero siempre ha tenido respeto por mi trabajo. El ha venido a escucharme y a veces hemos coincidido con El Cabildo del Son.

"Me lo encontré en Jerez de la Frontera hace años y me dijo que el proyecto estaba bien. Que si alguien me venía a decir que no, le respondiera que Pancho me estaba diciendo que sí."

¿Tus planes para después del CUBADISCO?

"Regresamos a España para continuar lo que estamos haciendo. La idea que tengo, a partir de ahora, es desarrollar aún más este campo del tres en el flamenco y ampliar en todo lo posible esta vía".

¿Tienes en proyecto algún proyecto en relación con Cuba?

"Me encantaría poder venir el año próximo al CUBADISCO. En esta edición vine una semana antes de lo que estaba previsto, para participar lo que más pudiera en las canturías de música campesina. Estuve en Limonar, tuve la oportunidad de estar en Güines y conocer mucho de las tradiciones.

"Hace años que trabajo con Alexis Díaz Pimienta en varios proyectos. Hicimos uno común, que le pusimos 'Punto flamenco, repentismo a compás', con el grupo que él tenía en el año 2003.

"Y con este grupo que yo tenía, Son de la Frontera, hicimos un intercambio muy rico, porque de alguna forma enriquecimos al punto con unas dinámicas rítmicas y una estética musical , mientras que los repentistas le aportaron al flamenco una lírica que le hacía mucha falta.

"Por esas razones, mi intención es seguir investigando en ese campo, también desde la perspectiva antropológica."

¿Existe en tu proyecto, entonces, una perspectiva de fusión contemporánea entre la música campesina y el flamenco, con el tres como punto de unión?

"Por supuesto. El flamenco ya es fusión hoy en día, y entiendo que el punto es también fusión. Hace varios años que hicimos un primer proyecto, que podría definirlo como piloto. Ahora mismo estoy interesado en otro con características similares, pero más actual.

"Estamos en esa fase en que están mezclándose los minerales ahí, en el fondo de la tierra. Y estoy seguro de que cuando uno siembra, trilla y recoge. Pronto veremos los primeros frutos."

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Carhueso/

Para jazz mestizo desde la Habana Cuba Jazzistas de EE.UU. y Cuba “Somos uno y parte de algo mucho más grande que nosotros

La historia musical de EE.UU y Cuba, el jazz, el Cubadisco, la disquera Concord Music Group… no se sabe bien a cuál “culpar” por el milagro de una noche irrepetible en el Teatro Auditórium Amadeo Roldán. Tres prestigiosos músicos norteamericanos confluyeron en la escena con descollantes figuras jóvenes del género en la Isla, en un concierto que se ganó el crédito de espectacular, no solo por la calidad de las interpretaciones, sino por la complejidad y belleza de las piezas, compuestas por los propios protagonistas.

Un proyecto que tiene ya varios años animó a Concord —ganador este 2010 del Premio Internacional Cubadisco— a reunir al saxofonista puertorriqueñ o radicado en EE.UU. David Sánchez y a los norteamericanos Christian Scott (trompeta) y Stefan Harris (vibráfono), con los pianistas cubanos Rember Duarte y Harold López-Nussa. Desde hace varios días graban en La Habana un disco que se hará acompañar de un material audiovisual que recrea el concierto del 17 de mayo.

Para Sánchez, reconocido como uno de los mejores saxos del mundo y cuya carrera prestigian, entre otros, los nombres de figuras del jazz como Dizzy Gillespie, Slide Hampton, Miriam Makeba, Paquito D’Rivera, Eddie Palmieri y McCoy Tyner, la velada junto al público cubano fue “especial”. “Músicos de ideas y contextos diferentes —dijo en un intermedio del espectáculo— tratamos de integrar dos mundos, y una vez más tenemos la bendición de contar con la lección que da la música: saber escuchar, conectarse el uno con el otro. Desaparecen las fronteras y el ego, somos uno y parte de algo mucho más grande que nosotros”.

En dos partes —la primera con Duarte al piano, acompañado por músicos de su banda, y la segunda con López Nussa junto con su hermano Ruy Adrian (batería), el bajista Yandy Martínez y el percusionista Edgard Martínez— Sánchez, Scott y Harris, lideraron la interpretació n de temas como “Brown bell blues” (S.Harris), “Paradise found” (C. Scott), “Congo” (R. Duarte), “Los olvidados” (D. Sánchez), “Esto debería parar” (S. Harris) y “City Sunrise” (D. Sánchez). El cierre se reservó a “La fiesta va” una composición de Harold surgida hace más de dos años, cuando se enteró de que podría materializarse la unión con estos músicos.

Aunque el calor en el teatro obligó a ponerle el sello de “tropical” a la grabación de Concord, y según confesara Sánchez en entrevista con La Jiribilla, el deseo del agente principal “es lograr el sabor afrocubano y caribeño”, en el recital se escucharon entre los pulsos de los instrumentos la música clásica, la de New Orleans, la de Coltrane e Irakere. “Quienes hacemos la música —explicaba el más joven de la United Nations Orchestra, de Gillespie, en los 90— tenemos un objetivo mayor: poder trasmitir un mensaje. En este caso, a través de los sonidos, el mensaje puede interpretarse como cualquier otro idioma. No nos gusta que nos encasillen, se trata de una expresión que le damos al público, si Dios quiere les gustará, si no, por lo menos lo intentamos”.
Es la primera vez que Sánchez comparte con Rember Duarte, ganador del concurso cubano Jojazz, cuya primera producción fonográfica, Cimarrón, alcanzó la nominación el certamen más importante del disco en Cuba en las categorías de Jazz y Ópera prima. Durante el concierto, el boricua calificó a este joven de “tremendo compositor y pianista”. Con Harold —quien acaba de regresar de una gira por Europa con la cantante Omara Portuondo y de ofrecer varios conciertos en ese continente con su trío— Sánchez había compartido ya en el Gran Teatro de La Habana como parte del Monterey Jazz All Stars de Orlando Valle Maraca. Al decir del autor de los discos Obsession, Coral, Travesía, Melaza, Street Scenes, The Departure y Sketches of Dreams, López-Nussa sobresale por ser “tan joven” y poseer “tantas herramientas”.

El puertorriqueñ o señala también la “estable y sólida” trayectoria de Christian Scott, el más joven de los invitados extranjeros, sobrino del famoso saxofonista de New Orleans Donald Harrison, quien ha compartido con otros músicos de la altura de Marcus Miller.

“Stefan Harris es increíble —apunta—. Tiene un poco más de experiencia, lleva más tiempo en la música. Es un músico bien completo, porque cuando uno lo escucha siente la esencia del jazz y un aroma de música clásica y blues; todo eso en el vibráfono, un instrumento muy especial”. Este músico, que ha trabajado con personalidades como Joe Henderson y Wynton Marsalis, sobresale en la escena, entre otros valores, por su creatividad.

Según Sánchez, “fue una idea muy buena de Concord Music Group hacer funcionar este proyecto, pero más aún, por llamar a músicos jóvenes que vienen con otras perspectivas de cómo hoy día se puede ver la música a través de la tecnología, cuando todo es más rápido y las informaciones se mueven también a mayor velocidad”.

“Uno olvida de dónde viene”

El saxofonista, ganador de un Grammy en 2005, ha dicho que cada vez que viene a Cuba, se siente como en su casa en Puerto Rico. “Algo bien especial que tiene el proyecto es lo espontáneo. Nada de sobre producción o sobre ensayo. Cada uno de nosotros propone alguna de sus canciones para ver cómo se siente. Creo que la meta principal es, ver cómo nos relacionamos el uno con el otro en el momento creativo, cómo es que —aunque sabe de dónde viene— uno olvida, y no tiene miedo del desapego al lugar de origen, porque lo que interesa es estar abierto y receptivo ante otras propuestas”.

Cuando el también miembro en 1992 de The Jazzmasters, dirigido por Slide Hampoton, se reconoce como un músico cuya “columna vertebral” es el jazz, no deja de mencionar, como parte de su concepto, el folclor y la música puertorriqueñ a. “Mi objetivo como artista es que el arte no se vea fragmentado, sino que cada elemento tenga algo que ver directamente con otro, que se logre una unidad. Que no sea ‘esta música o aquella´, sino un fenómeno sin barreras”.

Al describir la reunión de músicos de distintas procedencias esta vez en la capital cubana, David Sánchez recuerda la convocatoria de Maraca en el Monterey Jazz All Stars. “Aquella fue una propuesta completamente diferente, pero de cierta forma similar, porque Giovanni, El Negro y yo, veníamos con perspectivas diversas, pero nos unimos en un solo concepto”.

La convergencia de Scott, Harris, López-Nussa, Duarte y Sánchez, en una sola noche en la Isla frente al público, demuestra la futilidad de los obstáculos ante el genio y la pureza de la música. El gesto de Concord de ceder los derechos a la disquera cubana Colibrí —uno de los impulsores del movimiento del joven jazz en Cuba— para la futura reproducción del proyecto, desdibuja, una vez más, los límites artificiales de la cultura.



Carhueso/CNMP

sábado, 22 de mayo de 2010

Ideas: Oscar Wilde

"El hombre debería decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice."

El violín mágico

Había una vez un carbonero que vivía en un bosque y se llamaba Jeromir.
Era alto como un árbol y muy fuerte.
Y su hijo se llamaba Josa.

Pero Josa era pequeñito y ni pizca fuerte. Esto preocupaba mucho al pobre Jeromir, y a menudo se rascaba la cabeza y murmuraba:
–No sé qué vamos a hacer contigo. ¿Cómo podrás llegar a convertirte en un carbonero? Eres demasiado bajito y ni pizca fuerte. ¿Quién va a cargar con los troncos?
Y al oír estas cosas, Josa también se preocupaba mucho, porque a fin de cuentas el problema también le concernía a él.
Y, sin embargo, si uno los veía tumbados en el claro del bosque, con el sol calentándoles las piernas, podía creer que eran muy felices. Y lo hubieran sido, de no haber estado los dos tan preocupados.
Así pasaron días y más días. A veces brillaba el sol en el cielo, y a veces caía la lluvia, pero Josa no creció.
Josa tenía un amigo. Un pájaro. En aquel entonces, los carboneros todavía entendían el lenguaje de los pájaros. Y cuando su amigo el pájaro vio un día que Josa estaba sentado al pie de un abeto, y vio que lloraba, le preguntó:
–¿Por qué?
–Porque todo es horrible –dijo Josa–. Y soy bajito y no soy ni pizca fuerte. Y no puedo cargar con un árbol. Y nunca podré ser carbonero.
Y era verdad. Pero el pájaro dijo:
–No todo el mundo tiene que ser carbonero.
Y aquello también era verdad.
Entonces el pájaro le regaló a Josa un violín mágico, tan pequeñito como una pluma. Le enseñó a tocar una canción, y era tan bonita que todo el bosque enmudeció para escucharla.
–¡Es una canción mágica! –explicó el pájaro–. Cuando la toques, los que la oigan quedarán hechizados.
–¿Podré hechizar el mundo entero?
–El mundo entero.
–¿También a las personas?
–También a las personas.
–¿Podré hacerlas más fuertes?
–Todo el que oiga tu canción se hará grande y muy fuerte.
–¿Y yo?
–Tú no. Si te volvieras fuerte, ya no podrías tocar el violín.
–Prefiero seguir tocando el violín –decidió Josa.
Y entonces el pájaro le enseñó a tocar la canción al revés.
–A veces puede serte útil. Todo el que la oiga, se volverá pequeñito, como la pata de una mosca.
Tocar al revés era difícil, y sonaba de un modo extraño.
–¿Podría tocar también para la luna? ¿Se haría la luna más grande o más pequeña al oír mi canción? –le preguntó Josa al pájaro.
–Sí, pero primero tendrás que encontrar el camino. Tendrás que llegar hasta el fin del mundo. Allí la luna se acerca a la tierra y podrá escucharte.
–Encontraré el camino. Y mi padre verá desde aquí que he hechizado a la luna, y se pondrá muy contento.
Josa ensayó la canción durante siete días, del derecho y del revés. Y entonces le dijo a su padre:
–Papá, ya no tienes que preocuparte por mí. Es verdad que no puedo ser carbonero, pero tengo un violín mágico, y voy a hechizar la luna para ti. Tú mira todas las noches el cielo y, cuando veas que la luna se hace más grande o más pequeña, les puedes contar a todos que es Josa, tu hijo, el que ha hechizado a la luna.
Y el buen Jeromir dejó que Josa se fuera de allí. Y, antes de alejarse, Josa tocó una última vez su canción. Y el carbonero notó que crecía todavía un poquito más y que se volvía un poquito más fuerte, y entonces estuvo seguro: su hijo Josa hechizaría la luna. Y ya no estuvo preocupado ni triste. Josa se puso en camino. Pero el camino era largo y Josa era pequeño. Enseguida le dolieron los pies. Se sentó en la hierba, cogió su violín y tocó un poquito. Bajito, sólo para él. Pero había una hormiga allí cerca y lo oyó.
Empezó a crecen se hizo más grande que el propio Josa.
–Muy bien –dijo Josa–. Haremos el viaje juntos. Es mejor tener un compañero de viaje.
Se subió encima de la hormiga y reanudó su camino. Le metió a la hormiga un poco de musgo en las orejas, para que no se hiciera todavía más grande, o se volviera pequeña, cada vez que él tocara su violín.
Y cuando Josa tocaba, los campesinos, inclinados sobre la tierra, levantaban a veces un momento la cabeza y escuchaban dos o tres o cuatro notas maravillosas. Entonces se sentían más fuertes y, si seguían escuchando, empezaban a crecer. También hubo algunos que se volvieron más pequeños, cuando Josa tocaba al revés. Y todavía hoy, si vais por el mundo, podréis ver los efectos del violín de Josa, porque en todas partes hay gente grandota y gente pequeñita.
Pero el camino hacia la luna no era fácil de encontrar. La gente se echaba a reír, cuando Josa se lo preguntaba. Y le indicaban, en broma, cualquier dirección equivocada. Y así Josa anduvo errante de aquí para allá, y cruzó por casi todas las ciudades y por casi todos los pueblos. Tocaba en las plazas del mercado, pero la gente pasaba de largo y no le escuchaba. A veces le escuchaba una vaca por casualidad, y empezaba a crecer y a engordar y a dar mucha leche.
Un día Josa pasó por delante de una casa. Allí vivía un pobre campesino con su mujer. No poseían otra cosa que un ganso chiquitín, y el ganso ponía todos los días un huevo chiquitín. Era muy poco para dos personas. Josa llamó a la puerta y preguntó el camino de la luna.
–¡Uf, para qué me sirven mil caminos hacia la luna, cuando mi ganso sólo pone un huevo al día! –dijo el campesino–. En otro tiempo supe el camino. Pero entonces llegó la miseria y el camino se me ha olvidado.
El ganso estaba fuera, en el césped, buscando gusanos. Josa tocó para él la canción, y el ganso empezó a crecer. Se puso grande y redondo. Y el campesino se puso tan contento que recordó de pronto el camino que llevaba a la luna. Todo derecho siempre adelante, le explicó. Hasta llegar al campo de maíz, y entonces tenía que preguntar.
Pero en aquel prado había también unas margaritas. Y también las margaritas empezaron a crecer cuando Josa tocó su canción. Se hicieron enormes y amarillas, tan grandes y amarillas como el sol. Son los girasoles. Y todavía hoy tienen las semillas de girasol cierto sabor a magia.
Josa llegó al campo de maíz y allí el camino se dividía en dos. Vio a una viejecita con una cabra. Era una vieja muy pobre y sólo poseía aquella mísera cabrita. Y cuando Josa le pregunto el camino de la luna, la viejecita dijo:
–¡Ah, el camino de la luna! ¿Para qué sirven mil caminos a la luna, cuando se tiene hambre y se tiene frío? En otro tiempo supe el camino. Pero entonces llegó la miseria y el camino se me ha olvidado. La cabra no da apenas leche.
Entonces Josa tocó para la cabrita, y la cabrita se puso grande y fuerte. Le salió un hermoso pelaje, y la vieja pudo cortar la lana y tejer muchos sueters con ella. Volvió a dar buena leche, y acabó la miseria. Entonces la vieja recordó de repente el camino que llevaba a la luna:
–Si sigues andando en esta dirección, siempre recto, llegarás a otro campo de maíz. Allí tendrás que volver a preguntar.
En el otro campo de maíz, Josa no encontró a nadie. Sólo un caballo. No quedaba otro remedio que preguntar al caballo.
–A mí todo me da lo mismo –dijo el caballo–. Camino de la luna o camino del sol. No tengo ningunas ganas de seguir viviendo.
–¿Por qué? –quiso saber Josa–. Eres muy grande y fuerte, en este campo te sobra la comida, y el sol te calienta la grupa.
–Pero el labrador me pega muchas veces. Como me ve tan grandote, piensa que soy todavía más fuerte de lo que soy y me pone doble carga. Cree que puedo con todo. Y no puedo.
Entonces Josa tocó su canción al revés. El caballo se hizo pequeñito, un metro cincuenta y tres, y se puso muy contento.
–Pensándolo bien, veo que sí recuerdo el camino de la luna. En realidad todos los caminos llevan a la luna. Lo único que tienes que hacer es caminar siempre derecho hacia adelante. Sin torcer nunca a la derecha, sin torcer nunca a la izquierda. Así llegarás al fin del mundo. Detrás de los bosques, empieza el mar, y del mar sale la luna todas las noches. Allí podrás encontrarla.
Josa montó en su hormiga y siguió su camino. Y todavía hoy los caballitos hechizados, que miden solo un metro cincuenta y tres, llevan una vida estupenda. Casi no tienen que trabajar, juegan con los niños y todo el mundo les da bien de comer y les pasa la mano por el lomo.
Josa no torció nunca a la derecha, no torció nunca a la izquierda, y llegó al País de las Colinas Azules. Allí la gente quedó muy sorprendida al verle, porque todavía no le conocían. Lo escuchaban cuando tocaba su violín, y se hacían más grandes o más pequeños. Y muy pronto aquel chico pequeñín y aquella hormiga gigantesca fueron famosos en todas las ciudades del país.
Y también el rey de las Colinas Azules oyó hablar de Josa, de su violín mágico y de sus extraños poderes.
–Todo el que lo oye se hace más grande –le dijeron.
–¿Y si no para de tocar? –preguntó el rey.
–Pues el que lo oye no para tampoco de crecer.
–¡Traedlo aquí inmediatamente! –ordenó el rey.
Porque a aquel rey le parecía que él no era nunca lo bastante grande.
Los mensajeros transmitieron a Josa la orden del rey de las Colinas Azules, pero Josa dijo: “¡No!” El rey no le caía simpático, y además los hijos de los carboneros del bosque no aceptan órdenes de ningún rey del mundo. Cuando el rey lo supo, se puso furioso. Se enfadó tanto que los cristales de todas las arañas del palacio empezaron a temblar. Y el rey gritó:
–¡Traedlo aquí por las buenas o por las malas! ¡Inmediatamente!
Mandó tras Josa a los caballeros azules, y los caballeros azules lo descubrieron enseguida. Entonces Josa le sacó a su hormiga el musgo de las orejas y tocó su canción. La hormiga se hizo todavía mayor y emprendió un galope desenfrenado. Pero los caballeros azules no se chupaban los dedos. Azuzaron a sus caballos, y estaban cada vez más cerca. Entonces Josa se detuvo, dio media vuelta y tocó la canción al revés. Cuanto más se acercaban los caballeros azules, más pequeños se volvían. Como ojos de mosca, como patas de mosquito. Hasta que desaparecieron entre la hierba. Pero uno no desapareció. No se volvió ni un poquito más pequeño, por mucho que Josa tocara el violín. Era sordo. Su caballo fue disminuyendo y se esfumó, igual que la hormiga. Pero el caballero azul se acercó tranquilamente y dominó a Josa con una sola mano, porq ue era mucho más grande y mil veces más fuerte. Le quitó el violín, le puso las esposas, se lo cargó a la espalda y lo llevó a presencia del rey.
El rey hizo encerrar al violinista en la sala de música. Cuando todos dormían, cerró puertas y ventanas, para que nadie oyera una sola nota de la canción mágica. Sólo él. Porque era un rey muy vanidoso. Sólo él debía crecer, hacerse muy grande, el más grande de todo el país y de todo el mundo.
–¡Ahora toca para mí! –ordenó.
Josa tocó la canción al revés. El rey sintió un hormiguero extraño, y creyó que era a causa del hechizo. Sólo cuando la corona le quedó demasiado grande y resbaló por encima de las orejas, empezó a alarmarse.
Pero era demasiado tarde. Josa no paraba de tocar el violín y el rey no paraba de empequeñecer. Pronto corrió como una mosca por las puntas de la corona, y, cuando era tan pequeño como un mosquito, cayó desde lo alto de una piedra preciosa y desapareció para siempre jamás en una rendija del suelo.
Al día siguiente hubo en palacio un barullo terrible, porque no pudieron encontrar al rey. Todos corrían de un lado para otro, porque todos aspiraban secretamente a ser el nuevo rey, y nadie se fijó en el muchachito del violín.
Josa salió tranquilamente del palacio, cruzó el País de las Colinas Azules, y volvió a recorrer el mundo tocando el violín. Hizo que los ricos se volvieran un poco menos ricos y los pobres un poco menos pobres, fortaleció a los débiles y debilitó a los que eran demasiado fuertes. Y un buen día llegó hasta el fin del mundo. Y allí se quedó. Y cuando la luna salía del mar, Josa tocaba para ella el violín. Entonces la luna crecía o disminuía, y el viejo Jeromir lo veía desde su bosque y sabía que era Josa, su hijo, el que estaba hechizando a la luna.
Y todavía hoy, si miráis al cielo, veréis que unas noches la luna es grande y redonda como una naranja, y otras noches es pálida y flaca como una rajita de limón, y, si escucháis atentamente y el viento sopla en la dirección adecuada, quizá podáis oír incluso dos o tres notas hechizadas. Porque Josa está tocando su violín.

Janosch
El violín mágico
Barcelona : Lumen, 1975

El Secreto

Había una vez una cebra que se llamaba Cándida.
Cándida tenía unas hermosas rayas blancas y negras por todo su cuerpo. Cuando se reía mostraba sus hermosos dientes blancos.
Era el animal más hermoso de la sabana. Ni siquiera la melena del león podía igualar la belleza de la cebra. Ni la maliciosa carcajada de la hiena podía competir con la risa alegre de la cebra. Los largos colmillos del elefante tampoco podían compararse con los brillantes dientes de la cebra.
Todos los animales de la sabana admiraban aquellas espléndidas rayas blancas y negras.
«¿Dependerá de lo que coma?», se preguntaban. Los rinocerontes comen hierba, y lo mismo los búfalos. ¿Cuál será el secreto de la cebra?
Los animales de la sabana fueron a ver a Pepita, la borrica.
Una burra se parece a una cebra, pero sin rayas.
Cándida y Pepita eran primas.
El pequeño jabalí le pidió a Pepita que le revelara el secreto de la belleza de Cándida.
«Ya me gustaría a mí conocer el secreto de Cándida», dijo Pepita.
Al día siguiente Pepita fue a visitar a su prima Cándida. A ella le gustaría ser tan guapa como la cebra. Cándida se alegró de ver a Pepita. Le permitió comer en su prado y compartir también el agua.
Pepita estaba sorprendida por la generosidad de su prima. Era agradable y divertido estar con ella. Nunca decía una mentira. Siempre pedía disculpas cuando hacía algo mal. Y nunca olvidaba darle las gracias cuando Pepita se ofrecía para ayudarla.
¡Oh! ¡Qué magnífica persona era la cebra!
Pepita volvió corriendo y brincando a reunirse con los animales de la sabana.
«¡Hola! ¡Ya he descubierto el secreto de la cebra! La verdadera belleza consiste en las buenas obras que hacemos cada día».
Rosemary Kamau
El secreto y otros cuentos
Paulinas

Editoriales para Radio

La mayoría de los editoriales radiofónicos son pesados, abstractos, altisonantes, farragosos… no convencen a quienes los escuchan… ¡ni siquiera a quien los lee!

Aquí te proponemos cinco pasos para que hagas buenos editoriales.


La idea central

Aclara primero lo que vas a decir. ¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir? ¿Cuál es la idea central de tu comentario?

No quieras abarcar mucho porque apretarás poco. No pienses en cuatro ideas ni en tres ni en dos… una sola idea. Un solo mensaje. Incluso, escríbelo para obligarte a definirlo con claridad. Por ejemplo: Es necesario despenalizar las drogas.

Recuerda que un buen comentario no debe ser largo. Tres minutos son suficientes para desarrollar una idea.



El lenguaje y el tono


Usa siempre palabras concretas, coloquiales, comprensibles. Estás hablando para que te entiendan, no para demostrar tu gran “sabiduría”.

Hay que hablarle a la audiencia en segunda persona (usted, ustedes) y emplear para ello todos los recursos del lenguaje radiofónico: juegos de palabras, golpes de humor, preguntas y admiraciones, comparaciones, pausas, énfasis, imágenes y refranes, hasta efectos sonoros y música de fondo.

No olvides el lenguaje inclusivo. Que tu editorial no sea sexista.

Por la responsabilidad que implica, los editoriales se escriben y se leen. Pero que no suenen “a leído”. El tono tiene que ser convincente, interpelante, motivador.



Contar un hecho

Un buen editorial tiene tres partes. La primera es contar un hecho. No comiences con tesis ni considerandos ni planteamientos generales.

Comienza narrando algo, una anécdota, un ejemplo, una historia. Y cuéntala con emoción. En un editorial debemos ir de lo concreto a lo general (método inductivo), nunca al revés (método deductivo).

La primera frase de esa narración es decisiva para atrapar la imaginación de la audiencia desde el primer momento. Nunca anuncies bobamente lo que vas a hacer: Ahora voy a contarles un hecho que es muy interesante…

Comienza por una frase impactante. Tal vez una pregunta provocativa: (¿Sabía usted que Estados Unidos es el mayor productor y exportador de marihuana en el mundo?). O una frase ingeniosa: (La marihuana no es la solución. Pero tampoco es el problema.) O entra directamente a la narración: (Mariela no podía creer el “negocio” que le estaba proponiendo aquel señor).



Analizar el hecho

El hecho que hemos contado es como el arbolito. Ahora tenemos que ver el bosque, pasar del caso concreto a la situación estructural.

En esta segunda parte del comentario vamos a analizar el caso que hemos mostrado, conocer sus causas, comprender por qué ha ocurrido.

¿Qué es analizar un hecho? Básicamente, es aportar datos (cifras, estadísticas, cantidades) y argumentos (razones que explican ese hecho y que acompañan la reflexión de la audiencia).

Por ejemplo, datos sobre las drogas (8 de cada 10 delitos en nuestro país están relacionados con el narcotráfico). Y argumentos (si las drogas se despenalizaran, se eliminaría el 80% de los delitos en nuestra sociedad, se acabarían las mafias y todas sus secuelas).



Resolver el hecho

Ya vimos qué pasa (primera parte), ya comprendimos por qué pasa. Ahora nos toca concluir el comentario, dar pistas sobre cómo solucionar la situación planteada.

A veces, no se puede dar una salida muy concreta al problema planteado. Otras veces, sí. A veces, nos tocará denunciar y tomar posición frente a una situación difícil. Otras veces, podremos sugerir una vía de solución.

En cualquier caso, proponiendo o protestando, la emisora está tomando posición y comprometiéndose a favor de la ciudadanía y de los Derechos Humanos. Y de eso se trata.

Si importante es la primera frase del comentario, todavía más la última. El remate lo puedes hacer con un refrán oportuno, una pregunta pícara: (¿No es hora ya de despenalizar las drogas y desenmascarar a la banca norteamericana, la gran lavandería del dinero sucio?).

Muchos comentaristas conocen el truco de cerrar el círculo, de retomar a la salida el mismo gancho de la entrada.

sábado, 8 de mayo de 2010

En el Día de las Madres, para ustedes.Como Gertrudis Enseñaba a sus Hijos escrita por Johann Heinrich Pestalozzi 1801


En el día de las Madres, queríamos rendirles un homenaje a nuestras madres, a través del pensamiento educativo, esta vez tomando como referencia una carta escrita por Johann Heinrich Pestalozzi sobre la educación infantil.

Apreciado Greaves:

La segunda regla que deseo dar a la madre en lo referente al desarrollo incipiente del entendimiento infantil es la siguiente: No debes limitarte a actuar en el hijo, sino que has de procurar que éste mismo actúe en su educación intelectual.

Quiero explicarme sobre un postulado que podríamos formular así: La madre ha de pensar en que su hijo no debe poseer únicamente la facultad de observar ciertos hechos o retener determinados conceptos, sino también la de reflexionar independientemente de las ideas de otros. Muy bien está que a un niño se le haga leer, escribir y repetir las cosas, pero es todavía más importante enseñarle a pensar.

Pestalozzi. J


sábado, 1 de mayo de 2010

DECÁLOGO PARA DAR UNA CHARLA english Van diez mandamientos útiles para cuando tengas que hablar en público

Las charlas y conferencias abundan, para todo se organiza una.

Antes, daba gusto asistir a ellas. Maestros de la palabra y magas de la conversación seducían a sus públicos.

Hoy, son un castigo. Incluso las de muchos comunicadoras y comunicadores. Son tediosas, aburridas, largas e incomprensibles.

Si además de “sufrirlas”, también te toca impartirlas, toma nota de este decálogo a la hora de dar una charla.


1. Prepara tu charla
Esto te dará seguridad a la hora de hablar. Tener un esquema y una estructura evitará que te pierdas, repitas, no sepas cómo terminar y te alargues más de la cuenta. Si por algún motivo no pudiste preparar bien lo que vas a decir, no comiences la charla pidiendo disculpas por ello. Predispones al auditorio antes de comenzar.

2. Habla de pie
Así tendrás el cuerpo en posición más dinámica. Podrás expresarte mejor con las manos, podrás incluso desplazarte entre el público. Si tienes que hablar sentado, gesticula, muévete, llama la atención de quienes te escuchan.

3. No leas
Si prefieres escribir toda la conferencia (y no llevar solamente un esquema) lee el texto un par de veces antes para que manejes con soltura el contenido. Esto te permitirá “contar” lo que tienes escrito, pero no leerlo. Por lo general, la lectura se vuelve tediosa, artificial, y el público desconecta después de la primera hoja.

4. Procura no usar Power Point
Y si lo haces, que sean imágenes, esquemas de apoyo, punteo de ideas. Para proyectar el texto completo y leerlo junto a tu público como si fuera un “karaoke-point”, es mejor que lo envíes por correo a quienes vayan a asistir a tu charla, y lo leerán más cómodamente en sus casas.

5. Comienza con algo muy atractivo
En el primer minuto se juega el éxito o el fracaso de una charla. Comienza sin dar rodeos ni pedir excusas ni anunciar lo que vas a decir… Comienza contando una anécdota o diciendo una frase sorprendente o haciendo algo que atrape la atención del público. Si ganas ese primer momento, ganaste la charla.

6. Varía las tonalidades de tu voz
Que éstas acompañen lo que estás diciendo. Levanta la voz, sé contundente cuando afirmes, acompaña de sonrisas y onomatopeyas los relatos para amenizar la charla… Si hablas en forma ceremoniosa, serás un efectivo somnífero para quienes te escuchan. Sé natural, habla con entusiasmo. Y con convicción.

7. Usa un lenguaje sencillo e inclusivo
Abandona las palabras abstractas y rimbombantes, y emplea un lenguaje apropiado a tu público. Palabras sencillas, comprensibles, con ejemplos e historias que expliquen los conceptos más complejos. Por cierto, no emplees un lenguaje “masculinista”, que vuelve invisibles a las mujeres. Palabras inclusivas para los compañeros y las compañeras.

8. Emplea el humor
Que tu exposición sea divertida. Rompe con el precepto de que lo importante debe decirse en forma seria y formal. Ríete y haz reír para crear un ambiente alegre. Porque sólo recordamos las ideas dichas de forma emotiva. Y el humor es una emoción básica del ser humano.

9. No pierdas de vista a tu público
Sus caras son el termómetro para saber si están entendiendo o se aburren por el “rollo” que les estás soltando. Si comienzan a bostezar o a jugar con el celular… es momento de contar un chiste para distender el ambiente. Busca formas para que el público participe en tu charla, acércate a las primeras filas, pregúntales, pídeles una opinión. Al sentirse interpelados, prestarán atención y se interesarán más en el tema.

10. Sé puntual
Puntual para empezar. Y para terminar. Si la charla dura 20 minutos, no hables media hora. Si dura media hora, no hables una hora. Si te han dado tanto tiempo para tu exposición, prepárate para hablar un poco menos, porque casi siempre solemos extendernos más de lo previsto. En todo caso, si tienes que tomarte unos minutos más, no los inviertas en decir a cada rato “un momentito que ya termino”.


Practica estos consejos… ¡y luego nos cuentas los resultados!